Decir adiós nunca ha sido fácil. El 11 de Agosto le tuve que decir adiós a mi famlia, mis amigos, mi tierra y mi hogar. Me despedí de mis seres más queridos con un fuerte abrazo y un "nos vemos en 10 meses".
El 11 tenía la alarma puesta para las 8, pero me desperté a las 7. Mientras me estaba preparando para ir al aeropuerto
La primera despedida fue la de mi perrito Casper (con el que llevaba viviendo 6 años) porque no lo podíamos llevar al aeropuerto. Mi madre y mi prima me sacaron las últimas fotos en casa y en cuanto cerré la puerta supe que la aventura había empezado.
Llegamos al aeropuerto y tenía los nervios a flor de piel. Me enconté con Andrea en el aparcamiento y nos pusimos juntas con nuestas familias en la cola de facturación, donde Ana María nos dio el billete para Madrid y comprobó nuestra documentación. Después de saludar a mis amigos me tocaba facturar y mi maleta de mano se pasaba un poco del máximo (sí, la de mano) pero creo que le di la suficiente pena a la chica para que lo dejara pasar.
En ese momento, aparecieron Aida y Candela (muy buenas amigas del insti) y nos dirigimos hacia unas sillas para esperar a embarcar. A las 11:35 nos acercamos a la zona de embarque y, entre lágrimas, abracé a mis amigas, a mi prima y a mis padres y me uní a los becados que ya estaban en el control. Justo antes de subir las escaleras mecánicas, no pude evitar darme la vuelta para darle un último adiós a mi familia. Fue duro pero sabía que no había vuelta atrás.
El primer vuelo fue un poco aburrido pero fui escuchando música y hablando con otros becados. Llegamos a Madrid a las 13:30 y estuvimos como 1 hora más pasando controles. Nos dejaron un rato para comer y Pablo, Andrea, Area y yo nos sentamos en una mesa de un sitio un poco raro y comimos unos bocatas. Más tarde tuvimos que pasar el último control antes de embarcar y escogieron gente al azar para hacerles un control especial (cachearles y eso) y no tengo ni idea de por qué, escogieron a Andrea (qué raro). Luego estuvimos jugando al UNO antes de embarcar y a las 17:30 despegó el avión que nos llevaría a América.
El vuelo duró 8 horas y nos dió tiempo a hacer de todo. Estuve hablando con Anxo, que estaba a mi lado, y escuchando música. Nos trajeron la comida y en eso ya se fue un buen rato. Luego me levanté, di paseos por el avión y estuve hablando con Adri, Andrea, Pablo, Claudia, Miguel y más gente durante unas 2 horas. Leí, escuché más música, comimos otra vez y aún quedaban varias horas para aterrizar. Cada vez que nos levantábamos nos dedicábamos a escapar de las azafatas con carritos. Di más paseos sin sentido con Pablo y sacamos fotos. El Jet Lag fue potente, ya que habíamos perseguido el sol durante 8 horas, así que cuando por fin vimos tierras americanas, eran las 2 de la madrugada en España mientras que en NY eran las 8 de la tarde.
Nostros todo contentos por haber aterrizado, tuvimos que esperar otra hora más sentados porque el avión no tenía dónde aparcar. Intenté dormir pero me fue imposible.
Rico rico |
Sí, de esto escapábamos |
Esta foto es necesaria |
No sé cuánto tiempo más tarde y ya muertos del cansancio, llegamos al hotel, donde nos dieron unas camisetas, las llaves de la habitación y más papeles. Yo fui en la habitación con Andrea y Claudia y como nuestras tarjetas no funcinaban tuvimos que esperar a que nos dieran otras.
Al día siguiente bajamos a desayunar a las 8 y fue todo muy americano.
Muy normales |
Más tarde nos dividieron en grupos por colores. Primero hicimos juegos y actividades para conocernos entre nosotros, ya que en hotel había estudiantes de todo el mundo (alemanes, tailandeses, polacos, brasileños...), y luego vimos un vídeo que nos recordaba las normas y como detectar el acoso sexual.
Por la tarde, con dos bocatas del Subway y las cámaras preparadas, nos dirigimos en bus hacia lo que todos esperábamos: New York City. No tengo palabras para describir lo increíble que es, y cuando nos subimos al Empire State Building, no podia apartar la vista de los rascacielos. En serio, es impresionante.
Madison Square Garden |
Galicia rules |
Más tarde fuimos a una tienda de souvenirs en la Quinta Avenida donde me compré una sudadera, un llavero y una matrícula de Broadway. Por último, subimos a un barco para dar un "paseo" por el hudson y ver la Estatua de la Libertad. Fue absolutamente impresionante y nos lo pasamos genial. Estuve sacando fotos y cené en 5 minutos para volver a la cubierta lo antes posible. Ya cuando volvíamos, nos pusieron música de pachangueo y, como no, todos los españoles nos pusimos a bailar en mitad del barco mientras el resto de estudiantes nos sacaban vídeos y fotos. Ese momento fue increíble.
No sé a qué hora volvimos al hotel, y estuvimos como una hora tirados en el hall para que nos dieran los billetes nacionales. Cada uno tenía que estar en la entrada a una hora determinada dependiendo de la del su vuelo de salida; y como no yo siempre con tanta suerte, tuve que estar a las 3:45 de la mañana. Al final dormí 2 horas.
Una de las peores cosas ha sido despedirme del resto de becados, pues están viviendo lo mismo que yo y son un gran apoyo, a parte de que he hecho grandes amigos.
El 13 de Agosto de madrugada, me encaminaba en un bus hacia el Newark Airport, donde una coordinadora de CIEE nos ayudó a facturar y nos dejó solos para pasar los controles y coger el avión. Como he dicho antes, tengo muy buena suerte y me tocó ir sola en el avión, pero me encontré con un tailandés que hacía lo mismo que yo. Así que a las 6:40 me subí al avión, hice escala en Detroit y finalmente llegué a Madison, la capital de Wisconsin.
Allí me encontré por primera vez con mi host family, que es maravillosa. Llevo con ellos 5 días, pero eso es para otra entrada. Sólo quiero decir que no podría haberme tocado una mejor, me ayudan y son muy generosos.
My host sisters Sam, Sarah and Beth, and me. |